La soprano revelaría la razón por la que no disfruta las series de narcotraficantes.
Recientemente, la conductora sexóloga, actriz y cantante de 58 años, Susana Zabaleta, compartió con algunos medios de comunicación la razón por la que ella evita consumir series cuyas historias se concentran en las vidas de conocidos narcotraficantes de México.|
La también productora, incluso, llegó a admitir que ya ha recibido varias invitaciones para actuar en distintas narcoseries, las cuales ha rechazado para respetar con gran voluntad sus convicciones.
Esto fue lo que dijo Susana Zabaleta sobre las narcoseries.
A lo largo de la última década, las series sobre narcotraficantes han tomado una desmedida popularidad entre los televidentes, pues en dichas historias se enaltece con gran exageración las actividades ilícitas que populares líderes del narco llevaban a cabo a lo largo de Latinoamérica.
Entre las más conocidas, se encuentran El señor de los cielos, La Reina del Sur, Narcos: México, El Chapo y El Patrón del mal, sólo por mencionar algunas.
El pasado viernes 6 de enero, Susana Zabaleta, reconocida artista con una inigualable trayectoria en la ópera, cine y la televisión, compartió su franca opinión sobre estas producciones que cuentan, con una perspectiva un poco polémica, las vivencias de los narcotraficantes más peligrosos del continente.
«A mí no me gusta hacerlas. No es que esté en contra, pero no las veo y no las hago. Se me hace que convertimos en héroes a estas personas y eso no me gusta. En eso sí soy así, soy muy radical, pero también está padre, a la gente le gusta» comentó Susana.
La cantante tocaría uno de los aspectos más discutidos sobre las narcoseries: ¿qué tanto se acercan las producciones a relatar, simple y sencillamente, las vidas de estos narcotraficantes; o qué tanto los enaltecen al proyectarlos como héroes que simpatizan con el público televidente?
Sea como sea, este tipo de series siguen teniendo un descomunal éxito en distintos países de Latinoamérica, por lo que su producción continuará para darle gusto a la demanda que el público refleja.