A pesar de haberse “separado”, Erik Rubín y Andrea Legarreta siguen durmiendo juntos, ¡y hasta en la misma cama!
En un giro que dejó perplejos a seguidores y observadores por igual, la impactante noticia de la separación de la icónica pareja televisiva conformada por Andrea Legarreta y Erik Rubín ha sacudido los cimientos del mundo del espectáculo.
La pareja, que durante 22 años fue un referente de amor y estabilidad en la televisión mexicana, anunció con un comunicado compartido en sus redes sociales que han puesto fin a su relación matrimonial después de más de cinco meses de silenciosa reclusión.
A través de sus declaraciones, Legarreta y Rubín han subrayado que su decisión descansa en la transformación del amor romántico en una relación de pareja. Sin embargo, ambos han insistido con vehemencia en que su unidad familiar prevalecerá sin disminuir.
Con dos hijas en común, el dúo famoso enfatizó su compromiso de mantener un amor mutuo, respeto y apoyo inquebrantables. Añadieron que las dinámicas de su colaboración empresarial permanecerán inalteradas, y que continuarán unidos en sus esfuerzos profesionales futuros.
¡Todavía duermen de cucharita!
Este jueves 31 de agosto, los reflectores se posaron sobre Erik Rubín, quien asistió al programa de espectáculos líder Ventaneando. Su presencia en el programa buscaba enfocarse en su participación en la obra de teatro musical de Alejandro Gou, Vaselina, así como en el luto reciente por la partida de la madre de Andrea Legarreta, Isabel Martínez.
Sin embargo, los presentadores no dejaron escapar la oportunidad de indagar sobre la naturaleza de su situación actual. Al abordar el tema de si residía en solitario, Rubín sorprendió al responder negativamente. La confesión dejó a los asistentes atónitos, particularmente cuando el cantante no negó que en ocasiones duerme “de cucharita” todavía con Andrea.
«No, todavía no [...]. Es que, además, fueron sucediendo varias cosas... La verdad es que tenemos una gran relación, en verdad. Oímos tantas historias de terror en donde las separaciones... se la pasan muy mal. Por eso también creo que nos es tan difícil [...]», dijo Erik, y cuando le preguntaron si cada quién duerme en su cama, respondió: «No, no... a ver [de cucharita] también si hace frío, ¿por qué no?».
En esta peculiar coyuntura, Rubín reiteró que lo que están viviendo trasciende los límites de una mera separación. Más bien, han optado por un ejercicio introspectivo y desafiante, diseñado para reevaluar sus roles y mutuo valor. A pesar de que sus acciones no han seguido rigurosamente las indicaciones de su terapeuta, Rubín alega que el proceso ha reforzado sus lazos en formas inesperadas.