Para Geraldine Bazán, el que haya confianza y diálogo con Gabriel Soto es muy importante para la educación de sus dos hijas.
En el mundo del espectáculo, las rupturas amorosas suelen ser fuente de polémica y escándalos, y la separación entre Geraldine Bazán y Gabriel Soto no fue la excepción. El actor traicionó a Bazán al involucrarse con la joven Irina Baeva, generando un revuelo mediático sin precedentes. Sin embargo, a pesar de las dificultades, ambos han encontrado la manera de mantener una comunicación saludable en beneficio de sus dos hijas, Elissa y Alexa.
Hace aproximadamente cinco años, la pareja anunció su separación, lo que desencadenó una serie de acuerdos y compromisos para asegurar el bienestar de sus hijas. En una reciente entrevista para el programa De Primera Mano, Geraldine Bazán afirmó que ya no hablará públicamente sobre sus relaciones personales, habiendo aprendido de las experiencias pasadas que ciertos asuntos son más valiosos cuando se mantienen en la intimidad.
Geraldine intenta educar a sus hijas de la mano con Gabriel Soto.
La actriz dejó claro que, a pesar de la ruptura y los desafíos que han enfrentado, mantiene una comunicación constante con Gabriel Soto por el bien de su familia. Considera que, aunque su matrimonio llegó a su fin, la "empresa" que iniciaron juntos al casarse ahora tiene una nueva dirección gracias a sus hijas.
«Siempre lo he dicho, o sea, cuando tienes hijos aunque sea un matrimonio disuelto o estén separados o divorciados, al final eres parte de una sociedad, en donde la empresa más importante de tu vida son tus hijos, entonces, pues eres socio de por vida, tienes un partner de por vida con el cual tienes que llegar a negociaciones y a buenos arreglos y a comunicación siempre por el bienestar de tus hijos», declaró Geraldine.
El principal objetivo de Geraldine es que Elissa y Alexa se sientan cómodas y seguras en su relación con su padre. Para lograrlo, ha mantenido una apertura al diálogo con Gabriel, especialmente en lo que respecta a la educación de las niñas. Reconoce la importancia de la figura paterna en sus vidas y busca brindarles un ambiente familiar lo más armonioso posible.
«Definitivamente comunicación, confianza, que ellas se sientan con el diálogo y la comunicación necesaria para que puedan preguntar y que podamos dialogar de todo, y yo creo que es eso, con mucho amor, sobre todo, ¿no? Y bueno, los límites se ponen con amor y también con ejemplo», agregó Bazán.
Aunque el camino no ha sido fácil, Geraldine Bazán demuestra madurez y compromiso al priorizar el bienestar emocional de sus hijas por encima de cualquier resentimiento o desavenencia personal. Su enfoque en mantener una comunicación constructiva con Gabriel Soto es un claro ejemplo de que los lazos familiares pueden perdurar más allá de la relación de pareja.
En medio de un mundo mediático que a menudo se alimenta de controversias, Bazán ha decidido dejar atrás los escándalos y concentrarse en lo más importante: el amor y el cuidado de sus hijas. Su determinación de preservar la armonía familiar es un ejemplo inspirador para aquellos que enfrentan situaciones similares, recordándonos que la comunicación y el respeto mutuo son fundamentales para superar los desafíos y construir un futuro saludable para nuestros seres queridos.