Recientemente se revelaron todas las complicaciones de salud que azotaron a Pablo Lyle por estar en prisión.
La historia de Pablo Lyle ha sido, sin duda, una de las más impactantes en el mundo del espectáculo, ya que después de haber provocado la muerte del señor Juan Ricardo Hernández, un cubanoestadounidense de 63 años, la vida del actor no ha vuelto a ser la misma.
Después de pasar años esperando la resolución de su juicio, el viernes 3 de febrero del presente año una jueza estadounidense determinó la condena de Pablo a cinco años en prisión y ocho años de libertad condicional.
A pesar de ya haber pasado dos meses después del dictamen de la condena, Pablo sigue esperando a ser trasladado a otra prisión, lo cual podría poner su vida en riesgo.
Pablo Lyle es desgastado por el estrés, los nervios y la depresión.
Actualmente, Lyle se encuentra en el South Florida Reception Center de Miami, Estados Unidos, en donde se le siguen realizando pruebas psicológicas para determinar en qué otra cárcel deberá cumplir su condena.
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El día de hoy, martes 18 de abril, TV Notas compartió una entrevista que tuvieron con uno de los amigos más cercanos al actor, quien reveló información angustiante sobre el estado de salud de Pablo.
Primero detalló cómo Lyle se halla con un enorme desasosiego y preocupación por saber a qué cárcel lo van a trasladar, porque hay algunas algo tranquilas y otras muy peligrosas. Una de sus mayores inquietudes es toparse con presos que quieran vengar el fallecimiento de Juan Ricardo al dañar a Pablo físicamente.
Asimismo, el amigo del actor relató que en los últimos cinco meses la salud de Pablo se ha visto muy afectada, siendo el estrés por el encarcelamiento la razón principal que le ha causado su alopecia, hipertensión, migraña y dermatitis en las manos.
A pesar de estar recibiendo atención médica y asistir a terapia, se dice que Pablo se ve cada vez más triste, y por mucho que se esfuerce por no preocupar a sus familiares que lo visitan cada vez que pueden, su deterioro físico no puede pasar desapercibido, pues incluso ha perdido alrededor de ocho kilos.