En redes sociales, los fans de ‘Exatlón México’ consideran que el programa está poniendo en peligro la salud de Daniel Corral con el objetivo de tener buen rating.
En el arranque de la nueva temporada de Exatlón México, el gimnasta olímpico Daniel Corral ha regresado a la competencia, a pesar de no haberse recuperado completamente de su última lesión en el hombro. La participación de Corral ha generado controversia entre los seguidores del programa, quienes expresan inquietudes sobre su estado físico y sugieren que podría estar siendo explotado laboralmente.
Durante un reciente enfrentamiento en el circuito, Corral sufrió una cortadura en el dedo mientras competía contra Javi Márquez en el desafiante duelo de los enigmas. Aunque inicialmente la lesión parecía insignificante, el gimnasta detuvo la competencia durante la fase de lanzamiento de pelotas para recibir atención médica. Esta situación ha avivado las preocupaciones sobre la salud de Corral, ya que aún se encuentra en proceso de recuperación de su lesión en el hombro.
¿La producción de TV Azteca lo está explotando?
A pesar de los temores expresados por el propio Daniel Corral acerca de la gravedad de la herida, el equipo de expertos médicos que lo atiende ha dado luz verde para que continúe participando en las pruebas diarias del programa. La audiencia, sin embargo, cuestiona si esta decisión responde más a intereses televisivos que al bienestar del atleta, sugiriendo que la cadena podría estar explotando la popularidad y la audiencia que genera el gimnasta.
Daniel Corral, considerado una leyenda en temporadas anteriores de Exatlón México, se ha convertido en uno de los participantes más solicitados por la audiencia. Aunque el gimnasta ha manifestado su deseo de seguir en la competencia, la incertidumbre persiste en torno a su estado físico y a la posibilidad de que la televisora lo mantenga activo a pesar de los riesgos para su salud.
El regreso de Daniel Corral a Exatlón México plantea preguntas sobre la ética en la gestión de la salud de los participantes y alimenta el debate sobre hasta qué punto el programa debería priorizar el entretenimiento sobre la integridad física de los atletas.